Un agente de policía resulta herido de gravedad cuando perseguía a los atracadores de una joyería y, posteriormente, muere.  En la persecución, uno de los asaltantes también es alcanzado por una bala y su compañera secuestra a Aimé para que se encargue de él. Cuando Aimé supera la situación de extrema tensión y consigue sacar la bala del cuerpo del atracador, el herido insta a la chica para que acabe con la vida del médico ya que es el único que puede reconocerles.