Después de varios meses cerrado por reforma, el Central abre sus puertas. Vilches es el último en reincorporarse y lo hace justo el día en que se produce un terremoto. Manos a la obra desde el primer minuto, Vilches va descubriendo los cambios sufridos en el centro, que ha abierto una planta para sanidad privada, y recibe a los enfermos de pago en una esmerada sala de espera junto a la entrada de las Urgencias.