El elefante es un animal venerado y sagrado en Thailandia. En muchos pueblos pintan con talco blanco algunos ejemplares- el color favorito del rey- y cientos de personas peregrinan para tocar su trompa y librar sus males.Frank Cuesta busca el elefante salvaje en Bun Klá, la frontera e Thailandia y Laos. Allí, una decena de elefantes hambrientos le rodean y le obligan a pasar la noche en la copa de un árbol.