Angel, un cincuentón lenguaraz, aparece en la consulta de Pablo de la mano de su pareja, Luis. Sufre leucemia y la esperanza de curación es casi nula, pero aún así recurre al fisioterapeuta. Lola sufre un repentino ataque que le paraliza el brazo izquierdo. El médico presionará a Dolores para operar a su hija, a pesar de la oposición de Pablo.