Dos asaltantes encapuchados irrumpen en una vivienda y, utilizando la violencia, exigen a los ocupantes que les entreguen una droga que no poseen. Todo parece indicar que los ladrones se han equivocado de personas. Pope y Charlie investigan la identidad de los asaltantes. Por otro lado, una niña de trece años aparece ahogada en la bañera de su casa, descubriéndose que había tomado tranquilizantes.