Lucas permanece de incógnito junto a Quiroga tras la fuga del vehículo en el que eran trasladados a prisión. Sin embargo, un error de un compañero hará que su verdadera identidad quede descubierta. El grupo huido se refugia en un club de carretera, pero el comisario y sus hombres les pisan los talones y no tardan en dar con ellos.