Pope y Charlie se encargan de los asesinatos de un juez y de su esposa. En un primer momento las sospechas recaen sobre la hija de la asistenta. Pero poco después las cosas cambian: aparecen fotos del juez con un chapero. Sonia no se atreve a confesarle a Vidal que no desea casarse con él y Casqueiro tiene problemas importantes con su padre.