Diego se hunde al enterarse que Alba y Bernardo se han ido a vivir juntos. Para que esto no suceda y poder seguir cerca de Alba, Diego decide fingir una depresión. Bernardo, por su parte, intenta convencer a Alba de que Diego está fingiendo. Pero ella, en vez de hacerle caso, acaba invitando a su ex a vivir con ellos. Bernardo y Diego se declaran la guerra.