Çinar confiesa a Ozan que siente algo por Esra y que se va a declarar para comprobar si los sentimientos son recíprocos. Mientras, la madre de Esra se entera de que la madre de Ozan ha estado a punto de arruinar su negocio. Ambas llegan a las manos y es Ozan quien tiene que mediar entre ellas con una idea en principio algo estrafalaria.