Gonzalo no está y ha dejado a Sergio a cargo del bar, pero Sergio no tiene muchas dotes para llevar solo el Kasi Que No. Diana le pica, y le reta a que ella es capaz de mover a los clientes mejor que él. La apuesta será dura: si Diana hace más caja, Sergio deberá hacerse rastas, y si gana él, Diana deberá besar al frutero.