David conoce en un autobús a Jaime, un chico argentino que se ha gastado todo su dinero en un billete para volver a casa. Jaime está cansado y David le asegura le despertará en su parada. Sin embargo ambos se quedan dormidos y Jaime pierde su vuelo. David tiene remordimientos que se acrecientan cuando un día se lo encuentra vendiendo flores.