Sin luz, sin agua corriente y con coche de caballos. Los menonitas rechazan el progreso y promulgan la austeridad como forma de seguir a Dios. Viven aislados en colonias, apartados de los núcleos urbanos, sin luz eléctrica ni avances tecnológicos; su religión les prohíbe cantar, bailar, ver la televisión o escuchar la radio; por el contrario, mantienen usos tan antiguos como viajar en coche de caballos y utilizar una máquina de madera para lavar la ropa.