Esta vez la periodista de Cuatro se adentra en el mundo circense y convive con varias familias de artistas que han nacido, crecido y trabajado en Wonderland. Trapecistas, malabaristas, payasos, equilibristas, domadores de fieras. Todos ellos tienen algo en común: trabajan por y para el circo. Su oficina es una gran carpa articulada y sus casas caravanas con las que viajan de ciudad en ciudad, mostrando un espectáculo cargado de ilusión que desde siempre ha emocionado a grandes y pequeños.