La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) trata de alejar así los temores provocados por las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, que aseguran que Estados Unidos se convertirá a partir de 2016 en el primer productor mundial de petróleo, lo que permitiría a la mayor economía mundial ser prácticamente autosuficiente en materia energética para 2035.