En esta ocasión, Diego y Mati deciden pasar juntos el sábado en el mercado de la localidad alentejana de Estremoz. Saben que este mercado es famoso por las antigüedades que se pueden encontrar en él y no pierden la ocasión de rebuscar entre los trastos que encuentran en sus puestos en busca de algún tesoro. No tardan en toparse con algunas joyas de gran valor: un formón inglés de 1910, un bonito costurero años 20 y los muy apreciados antiguos botes de botica o carteles antiguos de publicidad.