En 1976 Miguel decidió abrir una joyería y relojería en Fuente de Cantos, el pueblo natal de su mujer. Desde entonces, ofrecen servicio de taller y venden todo tipo de joyas, artículos de regalo y vajillas, pero sobre todo son especialistas en el diseño de joyas cinegéticas. También realizan diseños a demanda, e incluso han reconvertido un antiguo tenedor de plata en una pulsera.