Está semana subimos a 705 metros de altura para llegar hasta Montánchez. Una población donde en invierno te congelas del frío y en verano, se agradece el fresquito de los atardeceres. Entre los secaderos de jamones pararemos en el bar más mítico de la población “El Pitogordo”. Allí conoceremos al fundador del establecimiento y a uno de sus hijos, Pepe el cuponero, peculiar y singular porque toca el pito, los cascabeles y las castañuelas para animar la venta de cupones. A quién le gustan los cupones es a Eugenia y no porque los compre, sino porque los colecciona desde el año 1985. Además tiene una pequeña “bodeguina” en su casa repleta de botellas de todos los tamaños y colores. Juan Antonio tiene tres trabajos en uno: es barrendero, jardinero y el enterrador del cementerio. Nos enseñará cómo se trabaja en el cementerio más prestigioso de la región por las vistas que disfruta cada día...Y la pasión por ser torero la tiene Florencio, que de pequeño se escapó de casa para ser matador. Des