Julián siempre ha soñado con escribir un libro, aunque con el paso de los años la idea parecía cada vez más difícil.
“Yo era medio analfabeto, pero aprendí a escribir algo en la mili” relata mientras nos cuenta que empezó a escribir sus memorias durante el confinamiento por aburrimiento.
Este escritor novel es muy modesto y asegura que “no sé a quién le puede interesar porque no creo que sea tan bueno”. El proyecto se ha realizado gracias al mecenazgo y ya hay personas que lo han comprado con antelación.
Su sueño se ha hecho realidad gracias a Soraya, la cuidadora del centro activa-mente en la que pasa sus días Julián. Si te interesa su publicación puedes buscar más información en el centro activa-mente de Piornal.