Fueron más de 55 años los que Laly estuvo elaborando los mejores dulces de Puebla de Sancho Pérez. Entre su poblado repertorio de delicias había magdalenas, perrunillas, bizcocho, galletas e incluso dulces "para no pecar": sus característicos aceitados de Semana Santa; donde se suprime "la manteca de cerdo por el aceite y entonces en el tiempo de Cuaresma no se peca". De ellos nos hablan Antonio y Jose, hijos de Laly e integrantes de la tercera generación de pasteleros, que ahora están al frente del negocio familiar que su abuela inició. Muchos años después, y a un ritmo de 4.000 magdalenas diarias, siguen apostando por aquella receta con la que todo empezó.