Así nos cuenta Cándida, la simpática vecina de Almaraz como fue nacer en el campo. Y es que ella se siente muy joven, nos recibe diciendo que tiene solo treinta y dos años. Ha vivido más de cuarenta años en Madrid, “se me nota porque estoy más fina y hablo mejor y todo”, nos cuenta. “Me están dando ideas de cambiarme de sexo, porque las que más me dicen que estoy guapa son las mujeres”, dice entre risas, y es que Cándida tiene mucha vitalidad, y una mente muy abierta.