"Se hace flor por flor, con un hilo se sujeta dándole vueltas", nos cuenta Elisa para explicar que "el gorro es lo más laborioso, lleva muchísimo trabajo". Ella lo sabe de primera mano, ya que ha elaborado algunos de los trajes que engalanan con su llamativo colorido las calles de Fregenal de la Sierra durante los días de celebración.
Las fiestas giran en torno a la antigua danza ritual que los danzaores realizan mientras desfilan. Y aún quedan niños en el pueblo, como Iván, que han querido continuar con esta tradición extremeña. Él lleva vistiéndose desde los 7 meses para bailar y tocar las castañuelas en el grupo infantil.