María Jesús y María Dolores dedican parte de su tiempo a compartir problemas, son voluntarias del Centro de Escucha San Camilo de Cáceres. Gente como Angie llega a diario hasta ellas en busca de apoyo emocional. Dolores se considera una "viuda alegre" en el buen sentido de la palabra. Ha decidido que la ausencia de su marido no es sinónimo de dejar de vivir. Activa y con un gran sentido del humor, ahora aprovecha su tiempo libre divirtiéndose con sus amigas. Brígida a los 41 años ha sido madre primeriza, el instinto maternal no le llegó hasta conseguir ciertos objetivos. Desarrollarse laboralmente o aprovechar para viajar fueron algunas de las razones que retrasaron la llegada de su hija Marta.