Zafra tiene magia y encanto. Por eso, en estos parajes donde tanto se ha guerreado, por donde tanto se ha transitado y por donde tanto se ha vivido, estamos prestos para descubrir sus encantos y, como no, sus milagros. Los de la naturaleza claro. Zafra nos cuenta misterios antiguos, de seres humanos que trataban de perdurar en el tiempo. Nos dice de órdenes militares y cruces de Santiago, de condes y ducados. De árboles centenarios, y apariciones marianas. Zafra y su entorno nos habla de que por aquí la dehesa es espacio de vida y negocio. De cómo el cerdo ibérico campa por ella en busca de ese néctar que es la bellota y que tan especial hace a sus carnes.