El lugar es acogedor y el paisaje de una belleza de felicitación. Entre Villanueva y Madrigal, donde residen con sus familias y trabajan en muy diferentes oficios, una comunidad sufí integrada por hombres y mujeres se reúne poco después del mediodía para la oración del viernes, día sagrado para el Islam. Con exquisita hospitalidad reciben y conversan, ofrecen una intimidad que busca satisfacción en la vida espiritual.