Alguien los conduce hasta aquí y, al llegar, se ocultan... Probablemente llegaron dejándose llevar por inmensas alas metálicas, pero este lugar es para ellos el hechizo del mundo precisamente porque las alas que buscan, y encuentran, son reales. Vestigios de un clima que les es ajeno y donde pueden observar, pintar y fotografiar, afianzar sus recuerdos de aves que para ellos son remotas.