Hablamos de una planta arbustiva que responde al nombre científico de Opuntia Ficus Indica, comúnmente conocida como chumbera. Un cuadro tradicional en la Península Ibérica, más habitualmente en los paisajes meridionales, desde que los primeros españoles que viajaron a América la trajeron consigo hace más de cinco siglos. Una planta perfectamente adaptada al clima mediterráneo y capaz de resistir, sin requerir más riego ni abono, a la amenaza del calentamiento global que podría mermar, en pocas décadas, tantos otros cultivos.