La innata curiosidad humana y el no menor empuje del afán de supervivencia movilizan el ingenio y, teniendo a mano recursos naturales, surgen propuestas ingeniosas y aparentemente sencillas, como la creación de un sistema de humedales artificiales que contribuyen, esencialmente, a curar alguna de las heridas de las aguas y acudir en ayuda de la biodiversidad...