Entrenas el cuerpo, preparas la mente, cuidas la alimentación, sacrificas las mañanas, las tardes o las noches, adquieres ropa y calzado adecuados, viajas, recibes tu dorsal y tomas la salida… Así disfruta un auténtico corredor, incluso cuando tiene por delante 51 kilómetros del llano hacia la altura y vuelta a bajar, con desniveles y pendientes que acalambran las piernas, como mínimo. Una prueba nacida como maratón y convertida en Trail, con más de 300 participantes en sus 3 modalidades y 2.300 metros de desnivel positivo. Una carrera llamada de los Artesanos porque surgió en Torrejoncillo, localidad que de hacer a mano sigue sabiendo. Y si no que se lo pregunten a Pedro José Hernández, atleta del pueblo, cuerpo y mente ancestrales, una exhalación de resistencia y, en los ratos en que no compite, urdidor de este Trail