Seguramente el nombre del río Tamuja ya era antiguo cuando, al final de la prehistoria se fundó aquí un castro celtíbero. Que llegara a tener su propia ceca da fe de la importancia que habría alcanzado esta población. Siglos después de su fundación, llegaron las legiones de la Roma republicana. Gracias a las nuevas tecnologías y a la investigación arqueológica tradicional hoy se sabe que aquí llegó a convivir la población indígena con un acantonamiento romano: es el singular castro de Villasviejas del Tamuja, en el término municipal de Botija, provincia de Cáceres.