El Archivo Municipal de Plasencia custodia con mimo la memoria escrita sobre los bienes pertenecientes al Sexmo de Plasencia, una institución creada a finales del siglo XII y en activo hasta su práctica desaparición en los albores del siglo XX. Fue el propio Alfonso VIII quien otorga a la Ciudad de Plasencia un privilegio fundacional consistente en administrar la tierra que rodea a la capital del Jerte. Aunque los diferentes pueblos del derredor y sus ayuntamientos dispongan de edificios y posesiones que se denominan “propios”, existen junto a estos otros bienes que la Corona otorga a los moradores de esos lugares: los bienes comunales. Aquellas tierras que no serán cercadas o adquiridas por propietarios privados. Solo con la ayuda de historiadores puede reconstruirse lo ocurrido durante siglos con los bienes comunales, un enorme arco de tiempo, de uso y tratos con la tierra hoy condenados al olvido.