Hay personas que se sienten cómodas abordando un escenario, aunque esté a la vista su tramoya. Hay quien disfruta en un teatro vacío porque nació en el momento preciso y en la familia oportuna para convertirse en cómico. Y desde el principio acaba asumiendo el ser artista: es decir, sentirse en el deber de intentar muchas cosas y atreverse a fallar. Concha Rodríguez es actriz, dramaturga y empresaria teatral. Un triple oficio cuyos ejemplos se cuentan en centenas.