Cada vez le damos menos importancia al acto de comer: comemos deprisa, a veces trabajando y en muchas ocasiones viendo el móvil o la televisión. Eso repercute negativamente tanto en nuestra salud física como en la emocional. Sofía López Cifuentes, nutricionista y responsable del Espacio Inspira (Cáceres), nos explica esta semana cómo el hambre se puede confundir con determinadas emociones como la ansiedad o el estrés y nos da unas pautas para aplicar técnicas de mindfulness y atención plena también cuando nos alimentamos.