Inspirada en publicaciones europeas como Elle o Marie Claire y renovando las fórmulas del periodismo femenino de sus antecesoras Para Ti, Damas y Damitas o Vosotras, Claudia apareció en 1957 e impuso nuevos estándares en su género. Su propuesta contribuyó a modificar numerosos clichés femeninos. Fue de las primeras en tratar, con un estilo más coloquial, directo e íntimo, cuestiones como la liberación sexual femenina, la violencia doméstica, los cambios en la pareja, el divorcio, el psicoanálisis, los anticonceptivos o la discriminación de género. Sin desdeñar tópicos tradicionales como la moda o la cocina, sin renegar de lo frívolo o de lo glamoroso, la revista abordó con valor, y en tono refinado y descontracturado, las nuevas costumbres sociales de la mujer.