En la comunidad de Qala Qala (Potosí, Bolivia), las mujeres mantienen viva la tradición del canto. Allí creció Luzmila Carpio, criada en el profundo respeto a la naturaleza. Luzmila padeció en carne propia la discriminación racista y desafió a quienes la censuraban por cantar en lenguas originarias. Con su voz, se convirtió en una referente de la cultura boliviana a nivel mundial. Para ella, cantar es tener conciencia política; por eso nunca dejó de volver a Bolivia y, en 2006, se convirtió en embajadora de Evo Morales en Francia. Luzmila Carpio es todas las mujeres que la precedieron en el ancestral arte del canto andino.