Hay quienes no encuentran otra salida que la de trabajar en las fuerzas de seguridad o la de formar parte de una pandilla: un territorio atravesado por las fronteras invisibles de la violencia y la delincuencia organizada. Dos organizaciones -una en México y otra en Colombia- se ofrecen como opción para jóvenes excluidos en los márgenes del Distrito Federal y Medellín. ¿Se puede pensar una cultura de la paz y un proyecto inclusivo y transformador, y erradicar los estigmas con los que ellos pelean día a día? Un especial que ensaya algunas respuestas y profundiza en la reflexión de una agenda que interpela al continente.