Concepción viajó de Galicia a Madrid para poder estudiar en la Universidad. Pero su condición de mujer se lo impedía, así que se disfrazó de hombre para asistir a las clases. Al ser descubierta, demostró que era una gran alumna y podía estudiar igual o mejor que los chicos, y se le permitió asistir a las clases, eso sí, sin mezclarse con los hombres.