Acompañamos a algunos de los aragoneses residentes en el exterior, que han experimentado las emociones del regreso a su tierra gracias al encuentro de Casas Regionales. “Aragón, siempre en el corazón”. Es una de las frases más oídas en el encuentro de la diáspora aragonesa, celebrado este año en Biescas. ¿Por qué se marcharon? ¿De dónde vienen? ¿Qué sensaciones tienen al volver a la tierra donde nacieron ellos, sus padres o sus abuelos? Segundas y terceras generaciones viven juntas el recuerdo de una tierra que les vio nacer pero que apenas recuerdan. “Mi recuerdo de Aragón es el que he ido teniendo de estos encuentros anuales de Casas Regionales”, cuenta Juan. Antes de la competición de grupos, la Casa Aragonesa de Tarrasa se prepara. “Paso más nervios aquí que en cualquier otra actuación; ¿No ves que te conocen todos y te miran al detalle? Cuenta Manuela, hoy viuda pero, en su día, esposa de un aragonés. “Yo llevaré Aragón en el corazón hasta que me muera”, dice antes de salir a