Luchar desesperados contra el agua que se mete en casa, andar cada día varias horas con raquetas para comprar lo necesario, esperar un helicóptero para salir de un refugio… Febrero ha sido el mes de los temporales de nieve y de las riadas. Miles de aragoneses se han visto afectados por estos fenómenos, que no por ser cíclicos, generan menos problemas y desasosiegos. ‘Unidad Móvil’ ha vivido cómo sienten, cómo viven, cómo esperan, los protagonistas de estas historias.   La ribera del Ebro ha sufrido tres crecidas en menos de un mes. 'Llueve sobre mojado', dice un operario en Novillas, mientras trabaja llevando arena a un dique de contención días antes de que llegue la gran riada. En una explotación vacuna, el dueño está sacando sus reses ante la que se avecina. Mientras tanto la riada llega. Un reportero vive los nervios y la tensión de la crecida y también la incertidumbre de los vecinos de Pina de Ebro ante la punta de la crecida. En la montaña, a causa de la nieve, algunos pueblos