‘Un lugar para quedarme’ se desplaza hasta la localidad de la Ribera Baja del Ebro de Escatrón. Este municipio, repleto de huertas, estuvo muy abierto a la influencia mediterránea. El mirador del Tozal es un buen punto para admirar esas vistas, además de ser un punto de reunión y de ocio donde Javier comparte una barbacoa con un grupo de jóvenes escatroneros.