Daniel Yranzo y Pedro Oliva despiden el año 2013 compartiendo mesa, como no podía ser de otra manera.   Se cuelan en un parque de bomberos de Zaragoza para saber qué cenan en un día de guardia en fechas tan señaladas. En Alcorisa encuentran quien les endulce el día. Van hasta Siétamo para ensayar una cena de nochevieja en su Abadía y se sienten como niños aprendiendo a elaborar roscón y mazapán.