Daniel Yranzo y Pedro Oliva se dirigen a la comarca del Bajo Cinca, concretamente a Belver de Cinca   La Repera está dispuesta a iniciar un nuevo viaje para seguir conociendo la gastronomía aragonesa, y dirige sus pasos a Belver de Cinca, donde brinda con unas rubias muy artesanas.   También le intenta dar un buen bocado a la Belverina, un estupendo dulce que solo se puede degustar allí.   Entre Pedro, Daniel y la asociación de mujeres salta la chispa, gracias a sus estupendos caracoles y a todos los postres típicos que ofrecen.   La Repera se embriaga con los aromas de un arroz caldoso muy especial de la mano de Iván, y se deja seducir por los melocotones de las huertas de la zona, que se prueban de diversas formas.