Un pequeño rincón del Sobrarbe recibe a Chino Chano que ha decidido marcharse al valle de Escuaín para caminar por la ruta de los miradores de Revilla. Se trata de una de las excursiones más solicitadas de todo el valle.
Y es que el paisaje está dominado por tres espectaculares miradores que se asoman al valle de Escuaín. Sin embargo, el patrimonio histórico recae en la ermita de San Lorenzo o San Lorién, una construcción del siglo XI de la que poco queda, salvo unos grabados en la roca que comenzaron a marcarse en el XVI.
Con respecto a la fauna, la ruta de los miradores de Revilla es la mejor vía para contemplar el majestuoso quebrantahuesos.
Chino Chano coincide en uno de los miradores con el que fuera guarda mayor del Parque Nacional, Feliciano Sesé. Él es quien nos cuenta cómo era la vida en el valle hace tiempo y cómo ha cambiado el paisaje a lo largo de los años.