Equipados para la ocasión, un equipo de Cazadores de Setas se une a Wenceslao, Servando, Hilario y Miguel, vecinos de la localidad turolense de Cañada de Benatanduz, en una de sus salidas habituales al monte. Después, cocinan las setas recogidas en un refugio cercano, donde elaboran un guiso cien por cien aragonés. Y todo esto aderezado con los comentarios de Bárbara y Basilio, dos nonagenarios de la zona y auténticos conocedores de una forma de entender la vida única y particular.