El programa ¡Bien dicho! se dedica a practicar las expresiones y el vocabulario que se utilizan en el mundo de los juegos en Aragón. Muchos son los nombres puede llegar a tener el as de bastos:“basto”, “bastillo”, “rabo”, “garrote” o incluso “nabucodonosor”. Con esta versatilidad, María de Miguel tiene que aprender a jugar al guiñote con un grupo de aficionados de Alcorisa, que le han cantado literalmente “las cuarenta”. También conocemos la morra, un juego prohibido en la posguerra y que vuelve a practicarse en Cella, capaz de dejar afónico a cualquiera que no tenga la garganta entrenada o “con callo”, como los que tienen los jugadores de pelota-mano para golpear con fuerza la bola en el trinquete de Corbalán. También golpea con fuerza al lanzar la pelota de carrasca, José Ramón Marcuello, que aprende a jugar a los bolos con las mujeres de Monreal del Campo. Y si de lanzar con fuerza se trata, nada como practicar el lanzamiento de boina con los vecinos de Villarroya de la Sierra.