¡Bien dicho! se adentra en el mundo de los “alberges”, “matachicos”, “chordones” y demás frutas de Aragón. María de Miguel comienza conociendo cuáles son las frutas que llegan a los mercados en la Lonja de Mercazaragoza (Zaragoza), y cómo cambia su nombre dependiendo del lugar de procedencia. Allí descubre que una fruta como la “pitahaya” puede llamarse también “pitaya” o “fruta del dragón”. En Alfamén (Zaragoza) aprende a hacer “pugas” en los “chitos” de los frutales para obtener variedades más robustas. Federico Contín intenta “eslegir” entre todas las variedades de cereza que crecen de los “verrugones” en Ricla (Zaragoza) y “ordeña” un buen manojo para llevárselo a María de Miguel y así acompañar a la mermelada que ha realizado de manera artesanal en Aguilar (Huesca) con “figos” y “arañones”. Si quieren disfrutar del “tuti fruti” de palabras aragonesas que hemos recolectado esta semana.