¡Bien dicho! cumple 100 programas, y lo celebra con muchas sorpresas. El programa viaja a Azanuy, pueblo que, por orden alfabético, hace el número cien y que conserva un habla particular, diferente al de todos los pueblos a la “redolada”. Con sus vecinos aprendemos a diferenciar el “cetrill” del “porró” y qué nos quieren decir si un azanuyense nos llama “ixorigot” o “gangán”. Esta edición cuenta con la experiencia de José Litago, un vecino de Zaragoza que ya ha celebrado su centenario. Junto a él, el programa recuerda algunos de los capítulos fundamentales de nuestra historia y buscaremos el secreto que le mantiene como un “mesache” a los 102 años. Y como tal celebración, nos comemos una buena “colla” de amigos. En Godojos nos abren las puertas de una bodega centenaria para aprender lo que es la “pisadera”, el “ranzuelo” y, por supuesto, para brindar con vino y algo de poesía. En este centenario ‘¡Bien dicho!’ ha preguntado a algunas de las caras más conocidas de nuestra cadena por