Ruy y Froilán encuentran por fin a los tres hermanos que robaron a Peka. Sin hacer caso alguno al enterrador, los tres ladrones deciden pasar la noche en el cementerio. Froilán y Ruy también deciden entrar. Ruy escucha el rebuzno de Peka y la reconoce, pero los tres ladrones tienden una trampa a los chicos y consiguen escapar con Peka.