Benito se prepara para asistir al matrimonio de Gabriela. A los demás no los invitaron pero les importa muy poco. Gabriela está pendiente de todos los detalles del arreglo de la hacienda. Armando le hace la despedida de soltero a Fernando. Le consigue tres mujerzuelas para que le hagan la noche inolvidable. Llega el día de la boda. Gabriela se acerca a su padre antes de salir a la boda, y él le desea la mejor de las suertes. Se lleva a cabo el matrimonio... ¿católico? No entiendo... Mientras tanto, las Elizondo comentan ciertos detalles, concluyendo que Gabriela siempre estuvo enamorada de Fernandito. Los invitados a la recepción no hacen más que criticar a la pareja de recién casados... Para eso sirven los matrimonios pomposos. Martín pistea todos los detalles de la reunión desde la ventana y con ayuda de sus prismáticos.