El imperio romano se ha dividido. Mientras el de Occidente se hunde, el de Oriente, el imperio bizantino, goza de buena salud. La vida allá es muy tranquila, casi demasiado tranquila: los senadores, sin grandes temas que discutir, se enfrascan en tontas discusiones, que luego se llamarán bizantinas. Como gozan de mucho tiempo libre, los bizantinos se dedican a leer en sus amplias bibliotecas.... precisamente en uno de estos viejos libros, Mac-Justiciano descubrirá casualmente, para aquel pueblo, el futbol. Rápidamente surgen varios equipos que se enfrentan en partidos que resultan caóticos. Pronto se dieron cuenta de que allí faltaba algo... ¡el árbitro!. Para solucionar este problema, Mac-Justiciano no duda en fundar una escuela de árbitros a la vez que redacta la regla que especifica sus funciones. Sin embargo, lo más difícil fue aplicar la norma con equipos tan ?indisciplinados? como el Espaderos F.C. Pero toda esta lucha merecerá la pena y, en la gran final de la Copa Cons