El legado de siete siglos de presencia musulmana en la península ibérica se manifestó en formas artísticas muy ricas y variadas gracias a la mezcla de elementos y a la influencia de los alarifes musulmanes. Así, el arte Mudéjar está diseminado por toda España. Lugares como el Castillo de Coca, el Monasterio de Santa Clara en Tordesillas, La Sinagoga del Tránsito de Toledo, o la Torre del Salvador y la Catedral de Santa María de Mediavilla en Teruel, que mezclan esa influencia Mudéjar con otros estilos arquitectónicos como el Gótico, el Barroco o el Románico.